Consideramos el Derecho laboral como un instrumento de justicia, tenemos principios éticos y creemos en el pensamiento estratégico como la mejor arma de la profesión jurídica.

Según nuestra filosofía, los mejores abogados laborales tienen una excelente formación técnica, un perfil humanista y creen en su propio potencial transformador. Es fácil asociar el entorno corporativo con estadísticas y colores fríos, pero en realidad son las PERSONAS de carne y hueso las que hacen que la magia suceda.

Personas que pasan más tiempo con sus compañeros de trabajo que con sus propias familias, y que merecen formar parte de la planificación estratégica. Por lo tanto, es muy deseable, incluso desde un punto de vista económico, que la relación entre sus miembros se entienda también desde un punto de vista humano, y ésta es, al fin y al cabo, una de las facetas más olvidadas del Derecho laboral.